sábado, 23 de noviembre de 2013

Plaza de España y Parque María Luisa, hermanos de Sevilla

Plaza de España

Vas caminando por Sevilla y de repente te encuentras con una plaza. No es una plaza cualquiera, es la plaza de Sevilla, aquella que todos conocen como Plaza de España. Continúas el recorrido, miras a la derecha y un verde frondoso aparece ante tus ojos. Sí, es el Parque María Luisa. Estás en uno de los lugares principales de Sevilla, en uno de sus rincones más especiales donde la palabra majestuosidad cobra significado.

La Plaza de España configura uno de los espacios más espectaculares de la arquitectura regionalista. Se le otorgó el papel de edificio principal de la Exposición Iberoamericana de la capital andaluza en 1929. Una de sus características más emblemáticas es que en sus bancos aparecen representadas todas las provincias de España en paños de azulejos, así como los bustos de españoles ilustres en sus muros. Fue proyectada por el arquitecto sevillano Aníbal González, también director de la exposición citada anteriormente. Este rincón tiene nada más y nada menos que doscientos metros de diámetro, con una forma semielíptica la cual simboliza el abrazo de España a sus antiguas colonias, mirando al Guadalquivir como camino a seguir hacia América. Está bordeada por un canal atravesado por cuatro puentes. En ellos se puede pasear en barca y admirar este símbolo sevillano de una manera diferente.

En un primer lugar, el destino de la plaza era formar parte de la Universidad de Sevilla tras la exposición. Sin embargo, en lugar de cumplirse ese propósito, pasó a ser sede del gobierno militar, sirviendo sus estancias como ubicación de la Capitanía General. Años después, albergó la delegación del Gobierno central en Andalucía además del Museo Militar de Sevilla. A día de hoy, podemos encontrar allí la subdelegación de gobierno.

Encaminándonos al plano de las curiosidades, y como dato muy interesante a la vez que desconocido, la Plaza de España posee además un teatro dentro de la Capitanía General. Esta información está muy bien guardada ya que pocas personas, incluyendo a la mayoría de los sevillanos, conocen. Otra curiosidad es que la Plaza de España ha sido escenario de muchas películas. Lawrence de Arabia, Star Wars Episodio II: El Ataque de los Clones, El Dictador y El Viento y el León, han sido las afortunadas en tener este rincón en sus imágenes.

La Plaza de España no tendría tanta belleza si no tuviera como acompañante al Parque de María Luisa. Si se adentra en él, se encontrarán bellísimos jardines con numerosas glorietas. Además, se hallan perfectamente integrados en el entorno una infinidad de pequeños detalles arquitectónicos que le dan un carácter muy bohemio y romántico. Algunas de sus glorietas más famosas son la glorieta de Cervantes y la de Gustavo Adolfo Bécquer.

Glorieta de Béquer

Fuentes:
Sevillapedia
Retablocerámico
"Sevilla", Manuel Bendala Lucot, Edición española a color

Imágenes:
Destinos Actuales
Mi nube

Un arco de historia

La defensa de una ciudad tan extraordinaria como Sevilla es imprescindible. Para eso mismo se construyó la gran muralla que hoy rodea buena parte de la capital. Solo se conservan dos puertas de esta gran muralla: la del arco del Postigo del aceite, y el arco de la puerta de la Macarena, que todos conocen por el Arco de la Macarena. Su nombre viene dado por la virgen que aguarda entre las paredes de la basílica que está justo detrás de esta puerta, la virgen de la Macarena; una de las imágenes más conocidas y populares, no solo de la Semana Santa sevillana, sino también de toda España. Este arco da paso a uno de los barrios más sevillanos de la ciudad, el barrio de San Gil o de la Macarena. Este lugar guarda toda la historia de Sevilla, el paso de todas las civilizaciones que vivieron en la ciudad, desde que era Híspalis, la capital de toda Hispania, hasta que se convirtió en lo que hoy conocemos como Sevilla, capital de Andalucía.

La muralla y la puerta fueron construidas durante el tiempo que estuvieron los romanos en la ciudad, en el siglo XII, reemplazando la empalizada que los cartagineses construyeron durante su paso por Sevilla, que no tenía nada que ver con la gran muralla que vino luego. Pasaron los años, y más civilizaciones pasaban por Sevilla, embrujadas por la belleza de la ciudad, tanto, que siempre terminaban conquistándola y quedándose entre sus murallas. El paso de los árabes dejó la construcción de este magnífico arco de la Macarena. El siglo siguiente dejó consigo la llegada de los cristianos, que tras muchas batallas libradas en sus murallas, se quedaron definitivamente en la ciudad. La puerta ha sido restaurada durante siglos, dependiendo del gusto de la civilización que llegaba a la ciudad. El nombre Macarena se le concedió a partir del repartimiento de la ciudad sevillana, tras ser tomada por las tropas de Fernando III El Santo.

Este famoso arco de la Macarena, representa no solo el símbolo más importante de la entrada al barrio sevillano de San Gil, sino también un símbolo en toda la ciudad. Solo tienes que plantarte frente a él, contemplarlo, ver la gran basílica que aguarda entre sus murallas y dejar volar la imaginación... Sentir a los reyes de la antigüedad paseando por la gran puerta, llegando a la ciudad atravesando el arco, desde Alfonso XI hasta Carlos V. Imaginar también a la Virgen de la Macarena cada madrugá del Jueves Santo, cruzando el arco que lleva su nombre… son muchas las historias que contemplaron el arco de la Macarena de cerca, y llegarán muchas más.

Este símbolo forma parte de su historia y de la vida actual de todos los sevillanos.

La Esperanza Macarena cruzando el arco

Fuentes:
Wikipedia

Imágenes:
Propia