sábado, 23 de noviembre de 2013

Un arco de historia

La defensa de una ciudad tan extraordinaria como Sevilla es imprescindible. Para eso mismo se construyó la gran muralla que hoy rodea buena parte de la capital. Solo se conservan dos puertas de esta gran muralla: la del arco del Postigo del aceite, y el arco de la puerta de la Macarena, que todos conocen por el Arco de la Macarena. Su nombre viene dado por la virgen que aguarda entre las paredes de la basílica que está justo detrás de esta puerta, la virgen de la Macarena; una de las imágenes más conocidas y populares, no solo de la Semana Santa sevillana, sino también de toda España. Este arco da paso a uno de los barrios más sevillanos de la ciudad, el barrio de San Gil o de la Macarena. Este lugar guarda toda la historia de Sevilla, el paso de todas las civilizaciones que vivieron en la ciudad, desde que era Híspalis, la capital de toda Hispania, hasta que se convirtió en lo que hoy conocemos como Sevilla, capital de Andalucía.

La muralla y la puerta fueron construidas durante el tiempo que estuvieron los romanos en la ciudad, en el siglo XII, reemplazando la empalizada que los cartagineses construyeron durante su paso por Sevilla, que no tenía nada que ver con la gran muralla que vino luego. Pasaron los años, y más civilizaciones pasaban por Sevilla, embrujadas por la belleza de la ciudad, tanto, que siempre terminaban conquistándola y quedándose entre sus murallas. El paso de los árabes dejó la construcción de este magnífico arco de la Macarena. El siglo siguiente dejó consigo la llegada de los cristianos, que tras muchas batallas libradas en sus murallas, se quedaron definitivamente en la ciudad. La puerta ha sido restaurada durante siglos, dependiendo del gusto de la civilización que llegaba a la ciudad. El nombre Macarena se le concedió a partir del repartimiento de la ciudad sevillana, tras ser tomada por las tropas de Fernando III El Santo.

Este famoso arco de la Macarena, representa no solo el símbolo más importante de la entrada al barrio sevillano de San Gil, sino también un símbolo en toda la ciudad. Solo tienes que plantarte frente a él, contemplarlo, ver la gran basílica que aguarda entre sus murallas y dejar volar la imaginación... Sentir a los reyes de la antigüedad paseando por la gran puerta, llegando a la ciudad atravesando el arco, desde Alfonso XI hasta Carlos V. Imaginar también a la Virgen de la Macarena cada madrugá del Jueves Santo, cruzando el arco que lleva su nombre… son muchas las historias que contemplaron el arco de la Macarena de cerca, y llegarán muchas más.

Este símbolo forma parte de su historia y de la vida actual de todos los sevillanos.

La Esperanza Macarena cruzando el arco

Fuentes:
Wikipedia

Imágenes:
Propia

2 comentarios:

  1. Enhorabuena, es bueno que no se olviden los rincones más preciados de nuestra ciudad, y mejor aún conocer de donde vienen y porqué están ahí. Los sevillanos no debemos olvidar la historia de los monumentos que vemos todos los días para ir a clase o al trabajo, Gracias.

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    1. ¡Muchas gracias Marta! Nos encanta que te guste nuestro trabajo. Si quieres que te contemos algo más sobre algún sitio en especial solo tienes que pedirlo. Un beso.

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