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domingo, 10 de noviembre de 2013

Giralda, belleza y elegancia

Grabado de la evolución de la Giralda
Una vez me mandó que fuese a desafiar a aquella famosa 
giganta de Sevilla, llamada Giralda, 
que es tan valiente y fuerte como hecha de bronce
y sin mudarse de un lugar, 
es la más movible y voltaria mujer del mundo.

Miguel de Cervantes, El Quijote de La Mancha 

Y Cervantes no se equivocó. La Giralda de Sevilla es la mejor joya conservada de la época almohade y del renacimiento, que se unen en esta maravilla de monumento. Giralda es el nombre que recibe el campanario de la Catedral de Santa María de Sevilla. Pasear por el barrio Santa Cruz, terminar en el Patio de Banderas, oliendo a azahar y quedarse maravillado con las vistas tan hermosas que te brinda Sevilla. La Giralda destaca por su belleza y elegancia. Su mezcla de estilos la hacen única.

Con sus dos tercios inferiores, constituye la torre almohade de la antigua mezquita de la ciudad, datada en el siglo XII. Su función era la de llamar a los fieles al rezo. El tercio superior es una construcción sobrepuesta en época cristiana por Hernán Ruiz para albergar campanas, de ahí su mezcla de estilos. En la cúspide se halla una bola llamada tinaja sobre la que se alza el famoso Giraldillo, estatua femenina de bronce que hace las funciones de veleta. Esta figura representa a la Fe en estado de buena esperanza. Esta escultura fue la razón de su nombre actual, que por extensión, vino a dar nombre a toda la torre, ya que históricamente se comenzó a denominar Giralda “que gira” a la veleta.

La Giralda, con sus 98,5 metros de altura, 104,1 metros incluido el Giraldillo, fue durante siglos la torre más alta de España, así como una de las construcciones más famosas de Andalucía. Su estructura interior es propia de los alminares almohades. Está compuesta por un prisma y la subida se hace a través de un sistema de rampas que por su gran tamaño permitía incluso el acceso a caballo.

Como otros muchos rincones de Sevilla, la Giralda guarda algunas leyendas. Había una antigua historia que decía que para cimentar la mezquita se enterraron muchos objetos visigodos y romanos, como estatuas prohibidas por el Islam. Otras leyendas hablaban incluso de fabulosos tesoros. Lo que sí es cierto es que se aprovecharon las grandes piedras de otras edificaciones existentes en la ciudad. En su base se pueden observar dos sillares con inscripciones latinas.

El 29 de diciembre de 1928 fue declarada Patrimonio Nacional y en 1987 integró la lista de Patrimonio de la Humanidad. La Giralda es el monumento más importante de la capital andaluza y supone una visita obligada para todo turista que pase por Sevilla. 


Giralda desde el Patio de los Naranjos

Fuentes:
Leyendas yanécdotas
 
Imágenes:
Dibujo
Propia

sábado, 9 de noviembre de 2013

Torre del Oro

Torre del Oro en 1893
Es imposible hablar de Sevilla sin mencionar uno de sus monumentos más famosos, una de las insignias más importantes de la ciudad hispalense, la Torre del Oro. Esta torre está situada en el Paseo de Colón, junto al puente de Los Remedios y a las faldas del Guadalquivir. Es inevitable no fijarse en ella si se pasea por el río mientras se disfruta de la brisa y el buen ambiente sevillano. Vas caminando, la descubres, te paras y la contemplas. Es considerada uno de los emblemas de la capital andaluza.

Fue mandada a construir por orden del gobernador almohade Abú-Ulá en el siglo XIII, exactamente en el año 1221. Como curiosidad, su nombre en árabe hacía referencia al brillo dorado que se reflejaba sobre el río debido a su revestimiento en azulejos dorados. Su función era de carácter defensivo ya que esta se unía con otra torre al otro lado del río formando así una muralla que evitaba el acceso al puerto. Dicha cadena fue la que partieron los marinos de Ramón Bonifaz en 1248 con la flota de la Reconquista. Tras ser conquistada, se usó como capilla para dedicársela a San Isidoro de Sevilla y posteriormente se usó como prisión.

Según las famosas leyendas, se dice que el Rey Pedro el Cruel guardó en ella tesoros de oro y plata. Pero además no solo guardó tesoros, sino que sirvió de refugio para las damas que este cortejaba. Su amante más conocida era la señora Aldonza Coronel, hermana de María Coronel, mientras que su esposa, María Padilla, vivía en el Alcázar.

En el siglo XVI, la torre presentaba un estado ruinoso por lo que se realizó una obra de restauración. Durante el terremoto de Lisboa de 1755 sufrió daños importantes y es por eso que el Marqués de Monte Real quiso demolerla para ensanchar el paseo de coches de caballos y con ello hacer más recto el acceso al puente de Triana. Gracias a la oposición del pueblo, esta idea no llegó a realizarse nunca. Otro momento vital para la torre fue en la Revolución del 68 cuando los revolucionarios demolieron los lienzos de las murallas poniéndolos en venta. Una vez más, la oposición de los sevillanos consiguió que el monumento no se destruyera.

En la actualidad, la han convertido en Museo Naval, exactamente desde el 21 de marzo de 1936 por orden del Ministerio de Marina. Alberga en su interior diversas maquetas, grabados, instrumentos de navegación, cartas marinas así como curiosidades históricas. Si se visita Sevilla es indispensable subir a la Torre del Oro para así deleitarse de unas magníficas vistas de la ciudad y, en especial, de los famosos barrios de Triana y Los Remedios.


Torre del Oro en la actualidad

Fuentes:

Imágenes:



viernes, 8 de noviembre de 2013

La verdadera historia del Costurero de la Reina

Este pequeño edifico ubicado en uno de los extremos del Palacio de San Telmo fue construido por el arquitecto sevillano Juan de Talavera y de la Vega en el año 1893. Este edificio de estilo neomúdejar fue el primero que se ubicó en la ciudad de Sevilla. Esta construcción se hizo cuando los Duques de Montpesier se instalaron en la ciudad en 1850 y optó como residencia familiar el ahora conocido palacio de San Telmo que anteriormente había sido la Escuela Náutica de San Telmo. Antonio de Orleans y María Luisa de Borbón mandaron a restaurar este gran caserón y, a su vez, la construcción del Parque de María Luisa y un pabellón que cerraría los Jardines del Palacio de San Telmo, a orillas del Guadalquivir.

La leyenda cuenta que la hija de los duques de Montpesier, María Merceditas, pasaba allí los días cosiendo con sus doncellas los enseres para su ajuar. La esposa del rey Alfonso XII era muy débil. Se contagiaba rápidamente de enormes catarros y el médico le recomendaba que tomara el sol para reponer fuerzas. A los cinco meses de contraer matrimonio, la hija de los duques de Montpesier fallece. Aquel final devastador y la retirada del rey viudo a una residencia en Segovia fomentó las leyendas y los mitos populares de que la reina pasaba los días tomando el sol a través de las grandes cristaleras leyendo las cartas de su marido y cosiendo con sus damas. De ahí viene la denominación del edificio El Costurero de la Reina.

El edificio se construyó como Pabellón del Guarda Mayor de los Jardines del Palacio de San Telmo pero la situación por la que estaba atravesando España hizo que su destino cambiara. España se encontraba en el abandono del trono de la reina Isabel II. Esto hizo que el duque Antonio de Orleans se batiera en duelo a punta de pistola con su primo por el trono de España. Un desafortunado incidente hizo que la bala que debía de dispararse al aire se alzara más abajo llegando a impactar en la frente del primo. Este fatal suceso hizo que desterraran al duque al exilio quitándole la opción al trono. Debido a este suceso partes como el jardín se cedieron a la administración pública. Por ello, se tuvieron que reubicar los pabellones de guardias que custodiaban el caserón, llegándose a utilizar como guardería de las piezas de caza menor.

Actualmente el edificio pertenece al Ayuntamiento de Sevilla como oficina de turismo. 

Costurero de la Reina en la actualidad




Fuentes:






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