Vistas contempladas desde los tendidos |
La plaza de toros es uno de los monumentos más
característicos y emblemáticos de la ciudad. Es considerada la plaza con
mayor tradición taurina de España, la cuál es apodada popularmente como la Catedral del Toreo.
Fue construida en 1730 en el mercadillo del Baratillo siendo una de las primeras plazas de toros que se creó. Era de madera y de forma
rectangular, pero tres años después, en 1733 se derrumbó y se empezó a
construir otra de forma redonda, pero seguía siendo de madera. A finales del S. XVIII, el Rey Carlos III
prohibió las corridas de toros y se paralizaron las obras en las que ya se llevaba una
cuarta parte de la plaza construida.
A principios del S. XIX, en 1820 se cubrió la mitad de la
plaza del Palco del Príncipe y desde los tendidos se tenían unas vistas
privilegiadas de la Catedral y la Giralda. Años más tarde, se cerró la plaza
por completo de la mano del arquitecto Juan de Talavera. En 1914 se hizo una
reforma de los tendidos de ladrillo que son los que podemos ver actualmente,
quedando los antiguos debajo de estos.
La plaza de toros es propiedad de la Real Maestranza de
Caballería. Esta organización estaba compuesta por caballeros, los cuales eran
pertenecientes a familias nobles afincadas en Sevilla y que fomentaban las
actividades ecuestres y la tauromaquia. Gracias a ellos, Sevilla tiene esta plaza de toros tan peculiar y famosa. Esta corporación nació
en la conquista de Sevilla por el Rey Fernando III El Santo en 1248 creándose
la Real Maestranza de Caballería.
Esta plaza de toros ha sido la protagonista de numerosas
corridas durante las diferentes Ferias de Abril que se han celebrado en la
ciudad. Es muy típico celebrar estas corridas con motivo de la feria y la
asistencia es muy abundante por todos aquellos que les apasiona la tauromaquia.
Como se puede apreciar, la plaza está incrustada dentro de edificios cercanos a la misma, los cuales hacen de soporte. Se encuentra cerca de la calle Adriano y de la Iglesia del Baratillo, hermandad muy cercana a la plaza. Las instalaciones y el museo se pueden visitar siendo un placer poder entrar en ellos.