Sevilla, 1982, una plaza
antigua se advierte a la entrada del centro de una de las ciudades más
maravillosas de España. Puede que dentro de unos años la calle de los
Pasteleros se llame de otra forma, pero hoy en día es la más dulce de Sevilla.
Se llama así por los numerosos establecimientos
especializados en la elaboración de pasteles. Al pasear por esta calle, sus
olores te hacen disfrutar del paseo, pero sus sonidos hacen que quieran entrar
en el Bar Pinto, en el que se escuchan coplas de flamenco desde la calle.
Hay un edificio que hace las funciones de almacén,
donde el Ayuntamiento suministra todo lo necesario para apagar y cortar todos
los incendios públicos, y es que aquí viven los bomberos de la ciudad. Del
almacén cuelga una gran campana, la cual toca el público para pedir auxilio.
Pasaron los años y el edificio fue destruido. Se
llevaron la campana al Colegio del Salvador, con la condición de que tenían que
tocarla siempre que hubiera algún incendio en la ciudad. Y es que las tradiciones
nunca se pierden. Como recuerdo de este hecho, se pintó en la calle una
campana, la cual se conservó durante unos años.
A día de hoy, la plaza de la
Campana sigue abriendo la entrada al centro de Sevilla. Su nombre ha cambiado,
pero la esencia de la ciudad en ella seguirá estando siempre. En la misma plaza, se encuentran numerosas
construcciones, destacamos la del número uno, siendo la más antigua y la más
bella por su arquitectura: una confitería y cafetería La Campana, que da
esquina con la calle Sierpes. Esta dispone de terraza, donde cualquiera puede sentarse y tomar un delicioso pastel típico sevillano como las Yemas con un delicioso café, mientras vivimos el ambiente de la
gente que cruza por la calle. Una
confitería cuyos dulces y helados tienen fama más allá de los límites de
Sevilla.
En la actualidad, la plaza ha cambiado mucho, hoy
se encuentran modernos edificios como Zara, Burguer King o el inolvidable
McDonald, y se considera el punto de encuentro de numerosos jóvenes sevillanos. Hoy la campana es más comercial. En la actualidad
hay otros tipos de bares de comida rápida, como el Pans & Company. Algunos
de estos comercios son por ejemplo: la zapatería Pilar Burgos (para bolsillos
más generosos), donde su iluminado escaparate hace que nos detengamos unos
minutos para ver sus numerosos y variados modelos de zapatos para todas las edades y temporadas. También, La Campana se ha convertido en el centro
religioso de la ciudad durante la Semana Santa, numerosas sillas mediante bono son colocadas a un lado de la entrada de la plaza y la calle Sierpes, donde todas las
cofradías con sus pasos procesionan por allí, ya que es el comienzo de la
carrera oficial.
La Campana es una de las calles
más cofrades, es el corazón del centro de Sevilla.