Las personas que lo visitan quedan atrapadas de inmediato
por la armonía con la que los estilos almohade, gótico, mudéjar, renacentista y
barroco conviven en este recinto, Patrimonio de la Humanidad desde 1987. Situado
en pleno casco histórico de Sevilla, el Real Alcázar es un magnífico conjunto
de palacios que reúne todos los estilos arquitectónicos que se sucedieron desde
el siglo X al XVIII. Es uno de los palacios en uso más antiguos del mundo. Un
palacio que ha vivido distintas etapas en el tiempo y que desde sus muros ha
contemplado la influencia de las distintas culturas que han pasado por Sevilla.
Pasear por sus veredas extendidas de naranjos y mirtos significa transportarse a otro
momento, a otra época, que sin duda han marcado la trayectoria de esta ciudad.
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Puerta de entrada al Real Alcázar |
Una visita a este complejo se
puede convertir en toda una clase de historia de España que da comienzo en el
Patio del Yeso: sus yeserías encaladas, restos del Palacio Almohade... poseen una
riqueza artística y testimonial única. Siguiendo la cronología, en siglos posteriores, Pedro I el Cruel ordenó construir el Palacio que lleva su nombre, de estilo
mudéjar. Aquí destacan el Patio de las Muñecas, el de las Doncellas o el salón
de Embajadores, cubierto con una magnífica cúpula semiesférica de cedro dorado.
Durante el reinado de Alfonso X se construyó el Palacio Gótico, que guarda una
fantástica colección de tapices. Pero es al llegar a los jardines cuando el
visitante se rinde ante la maestría de los andalusíes. La panorámica que se
contempla desde el Estanque de Mercurio sobre el conjunto de jardines y
estanques distribuidos en terrazas es sencillamente grandiosa.
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Patio del Real Alcázar |
El recinto ha sido habitualmente
utilizado como lugar de alojamiento de los miembros de la Casa Real Española y
de jefes de Estado de visita en la ciudad, siendo el palacio real en activo más
antiguo de Europa.
Fuentes:
Imágenes:
Vídeo: